El punto de partida que se eligió para diseñar esta casa, fue el de atender las necesidades de una familia numerosa, en la cual coexisten cuatro generaciones. Estas convivieron juntas en Buenos Aire. Por lo tanto, pensamos que esta nueva casa de fin de semana, tenía que revivir esos años, donde todos convivían bajo un mismo techo. Por lo tanto, se armó un programa que contempla la posibilidad de albergar temporalmente a la familia completa y a los que están por llegar.

La vivienda se encuentra ubicada en un barrio cerrado, de grandes terrenos y amplia variedad de espacios verdes comunes, aportando un entorno natural muy atractivo. La misma se emplazó, en un terreno de 1.900 m2, el cual posee una agrupación numerosa de robles, que dividen el terreno en dos. Lo cual se aprovecho para tener un patio para niños y otro para adultos, facilitando la interrelación de la familia.

La planta baja esta desarrollada a través de un palier de distribución en doble altura, dividiendo la circulación en dos alas. A la derecha se encuentra el living, con cocina integrada y se generó un acceso desde el exterior, vinculando el lavadero a la cocina.

A la izquierda se encuentra un hogar íntimo, con posibilidad de cerrarse. y la habitación principal, con baño en suite y vestidor.

La galería toma el centro del contrafrente y a sus laterales lo enmarcan un baño exterior y el volumen de la habitación principal. Todo esto, suman 200 metros cuadrados.

La planta alta posee cuatro habitaciones, que se vinculan a través de un palier, el cual arma un pequeño espacio de estar, el cual se encuentra rodeado por dos baños completos que sirven a las habitaciones.